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Poll: Virginia governor’s race in dead heat
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Pero en verdad acusamos y con justo odio traemos a aquellos que lo merecen, que están ablandados y corrompidos por la adulación de los placeres presentes, y que están cegados por la lujuria por los dolores y problemas que están a punto de experimentar, y no los proveemos.
Pero, ¿quién puede criticar con razón a quien quiere disfrutar de ese placer que no produce malestar, o a quien evita ese dolor que no produce ningún placer?
Pero en ciertas ocasiones, ya sea por deberes o por necesidades de las cosas, sucederá muchas veces que se rechacen tanto los placeres como las penas. Por eso la elección de estas cosas la tiene el sabio , de modo que, o rechazando los placeres mayores, pueda obtener otros, o soportando dolores, pueda rechazar los más severos.
Es importante cuidar al paciente, y el paciente será seguido, pero al mismo tiempo ocurren como resultado de un gran dolor y sufrimiento. Pues llegaré hasta el más mínimo detalle , quien no realiza ningún tipo de ejercicio a menos que obtenga algún beneficio de ello.
“No se enoja con el dolor en la reprensión, en el placer quiere ser cabello de dolor y huye con alegría”
Porque nadie desprecia ni odia ni huye del placer porque sea placer, sino porque le resultan grandes dolores a quien no sabe seguir el placer con razón.
Y, en efecto, la distinción entre estas cosas es fácil y conveniente. Porque en el tiempo libre, cuando somos libres de elegir y nada nos impide hacer lo que más nos agrada, todo placer debe ser asumido, todo dolor rechazado.
No hay apareamiento. A menos que estén cegados por la lujuria, no salen adelante; son culpables los que abandonan sus deberes y ablandan su corazón, es decir, sus trabajos.
Pero para que veáis de dónde nace todo este error de quienes acusan el placer y alaban el dolor, abriré todo el asunto y explicaré las mismas cosas que dijo aquel descubridor de la verdad y como artífice de una felicidad feliz. vida.
Además, no hay nadie que, porque ama el dolor, lo persigue y quiere alcanzarlo, sino porque nunca se dan esas ocasiones en las que busca algún gran placer mediante el trabajo y el dolor. Pues, para llegar al más mínimo detalle, ninguno de nosotros emprende ningún ejercicio del cuerpo que sea laborioso, excepto para obtener de él algún beneficio.